Situado en el corazón del arco mediterráneo, cerca del centro de Montpellier, el aeropuerto de Montpellier-Mediterráneo es la decimoprimera plataforma aeroportuaria de Francia. Primer aeropuerto de la región de Languedoc-Roussillon, Montpellier-Mediterráneo acogió en 2014 a más de 1 300 000 pasajeros comerciales procedentes de otras ciudades francesas, Europa y África, especialmente. Con casi 17 000 vuelos regulares al año, el aeropuerto gestiona una veintena de destinos franceses, europeos y africanos en verano. Abarcando una superficie total de 14 000 m2, cuenta con dos únicas terminales, reservadas para salidas y llegadas. Con más de 2000 plazas de aparcamiento disponibles, Montpellier-Mediterráneo pone también a disposición de los viajeros diversas opciones de estacionamiento (corta, media y larga estancia), según sus necesidades. En cuanto a servicios, también encontramos en el aeropuerto una guardería, una tienda duty free, una consultoría inmobiliaria y varios bares y restaurantes.
Ciudad universitaria por excelencia, Montpellier seduce por su dinamismo, la riqueza de su patrimonio histórico y su persistente sol. El centro de la ciudad es ideal para pasear, ya que su zona peatonal es la más extensa de Francia. Reserva un vuelo para viajar a Montpellier y ven a descubrir la Ópera de la Comedia, la catedral de Saint Pierre, las callejuelas medievales y un gran número de palacetes. Tras haber entrado en calor en la plaza de la Canourgue o en la plaza del Mercado de las Flores, no dejes de visitar el barrio de Antígona y el magnífico acuario Mare Nostrum. Y, si el sol está demasiado presente, refréscate en el Jardín Botánico o en el Château d'Ô. Ya puedes reservar una habitación de hotel en Montpellier o sus alrededores para tus próximas vacaciones. En Palavas-les-Flots encontrarás un poco de tranquilidad lejos del bullicio de la ciudad: este pintoresco pueblo de pescadores se encuentra a veinte minutos de Montpellier. Prolonga la escapada hasta la Camarga para admirar las manadas de caballos al galope. Prueba el moscatel de Frontignan en Saintes-Maries-de-la-Mer mientras contemplas el vuelo de los flamencos rosas. ¿No te parece una idea relajante?